lunes, 3 de noviembre de 2008

Je pense, donc je suis??, toma II

La vez pasada el cuestionamiento tenía que ver con la potencia de la frase que nos propuso René en aquellos tiempos. Ya vimos que por lo general la existencia viene precedida por el movimiento más que por el pensamiento. Hoy vengo a cuestionar más aún el tema de la existencia.

Dentro de los posibles estadios de la existencia, creo que el último posible es el planteado por Descartes, dentro de una explicación más esotérica, la existencia claramente es una cuestión de pensamiento. Sin embargo, el momento de llegar a este punto todavía es algo muy lejano para muchos, totalmente irracional para el resto y de acceso exclusivo para un grupo muy selecto de personas.

Hoy, en el momento en que nos encontramos, de necesidad de autoafirmación constante, la existencia viene asegurada por el aterrizaje de nuestros actos en las mentes de otros, es como si mi existencia sólo viera la luz cuando soy pensado por otros.

Que cosa más rara, voy a tratar de explicarme.

Yo y mis circunstacias es una situación poco deseada por el homo sapiens actual. Necesitamos la confirmación de nuestros actos, necesitamos alimentar nuestro ego. El sólo hecho de realizar actividades no justifica el esfuerzo, estas actividades sólo serán validas en la medida que más personas puedan retroalimentarnos con su opinión, siempre y cuando sea positiva (si es negativa ojalá se queden callados).

Así observamos la típica persona que clasificamos como "florerito", aquella que istrioniza de manera que logre captar la atención de un público que está ahí presente. Al otro extremo tenemos al solitario, al anarquista, al que le da lo mismo lo que piensan los demás. Creo que este anarquista está más evolucionado que otros (incluido yo mismo) ya que no requiere una confirmación externa a su existencia.

Siguiendo esta línea de análisis:

Me muevo luego existo, pero sólo existo si mi movimiento es captado, de esta manera, me captan luego existo o lo que sería lo mismo, me piensan luego existo. Sigo en este razonamiento hasta que ya no requiero que me piensen, en este punto tampoco requiero el movimiento y llego a la quietud física sustentada en la quietud mental y por lo tanto espiritual.

Por qué todo esto, porque el equilibrio esta basado en la calma, de hecho equilibrio quiere decir "Estado de un cuerpo cuando fuerzas encontradas que obran en él se compensan destruyéndose mutuamente".

Claramente somos cuerpos que estamos recibiendo fuerzas encontradas que nos hacen ir en una dirección o en otra, el momento en que logramos que esas fuerzas se anulen, ya sea porque sean de igual intensidad o porque se extingan, es el momento en que encontramos nuestro equilibrio.

Interesante problemática, cuáles son las fuerzas que hoy mismo me están impulsaldo en un sentido o en otro?, están en armonía?.

Trata de no existir por un momento y poner tu mente en blanco para encontrar aquella fuerza que te está impulsando, quizás no es la dirección que deseas.