martes, 9 de septiembre de 2008

La toma del control

Siempre he sentido que la metafísica ronda nuestro diario quehacer. Particularmente lo vengo notando con la toma del control y hoy lo he confirmado en una reunión de trabajo.

El control es como algo etereo que no puede estar descontrolado, es siempre usado por alguien hasta que otro se lo arrebata........el rango es útil claramente, pero no necesariamente asegura su captura.

Y es simpático que diga que el control debe estar descontrolado, me acuerdo de ese trabalenguas que me decía mi abuela: "El arzobispo de constantinopla no se puede desarzobispoconstantinopolitanizar...." (abundan las versiones). Es como que la cura de la enfermedad es la misma enfermedad-------se puede abrir otro tema con este tema---

El control, ahí está, hacen falta un poco de conocimiento y simplemente tomarlo, si no lo tomas tu, necesariamente lo tomará alguien más.

Esto plantea una máxima que debemos usar en nuestro favor, ya que no siempre queremos tomar el control. Entonces debemos asegurarnos de contar con los elementos para tomarlo cuando queremos y liberarlo cuando no lo necesitamos. Porque claro está, el control es un beneficio y al mismo tiempo una responsabididad.

Tomar el control implica tomar una dirección y esperar que el resto la siga, por eso debe ser una dirección coherente, caso contrario los que están arriba del bus terminarán bajándose y se dispondrá de otro conductor.

Lo que quiero transmitir es que siempre es nuestra decisión tomar o no el control, y por lo tanto si queremos hacerlo, debemos estar preparados para tomarlo.

Bueno, esta entrada es aburrida pero la tenía por ahí pendiente.

Je pense, donc je suis??

Más comunmente conocida como Cogito ergo sum, o en una traducción que ya todos hemos escuchado alguna vez: pienso, luego soy. Pensamiento de René Descartes bastante poderoso que a veces me traigo a la testa para entretenerme un poco pensando.



Esta página tiene unas frades de Descartes muy bellas. Voy a rescatar una que me servirá algún día "Cuando alguien me ofende busco elevar mi alma a tal altura que la ofensa no llegue".



Podríamos fácilmente argumentar que existo y por lo tanto pienso, claro, somos seres humanos con un sistema nervioso central y unas cosas dentro del craneo que funcionan a partir de procesos de chateo de neuronas. Pero eso es muy fácil, es como preguntarnos por el origen de la existencia y ahí aparece un científico y también un amigo mío que nos dicen El Big Bang (ya que está de moda por el tema del LHR). QUE HABIA ANTES??????. Pienso luego existo es la respuesta.



Pero esto es movida de otra entrada, mas esotérica y volada que la que quiero plantear ahora, así que retomamos la línea inicial del parlamento, con un enfoque cotidiano y coloquial que es lo que me interesa:



René estabas equivocado amigo mío, lo que precede a la existencia no es el pensamiento, es el movimiento



Me muevo y luego existo



Me refiero a la existencia social, no a la existencia en solitario. Cada vez que estamos en una reunión por ejemplo, si queremos tomar el foco de antención por un momento para decir algo, inexorablemente la frase vendrá precedida por un carraspeo o por un acercamiento que nos adelanta respecto del resto hacia el centro del grupo, también ocurre que movemos las piernas, cualquier cosa, nos movemos. Esto no sé por qué mierda ocurre pero siempre ocurre, y no es que me ocurra a mi, le ocurre a todos.



Ocurre que no he logrado dar con la causa que justifica tal acto. Quizás el movimiento es una reafirmación de mi existencia previo al enfrentamiento con el medio. No refiero el carraspeo como un acto necesario para aclarar la garganta, lo menciono como un carraspeo innecesario.